A manera de introducción, un par de comentarios. Primero, sigo aqui. Pido perdón a mi blog -estoy escribiendo en sentido figurado, claro está- por haberlo dejado tan en el olvido. Segundo, tengo excelentes noticias a Israel y al Hox, que amablemente se sumaron a mi indignación por lo comentado en la entrada pasada sobre la Chiva: SIEMPRE NO SE LANZA. Ora resulta que, palabras más, palabras menos, "se requiere de una preparación que ella no tiene y va a esperar otro momento en que pueda ofrecer al pueblo mexicano la representante que éste necesita". Aplaudo al funcionario del partido que decidió que ella no sería el gallo o a quien haya tenido a bien aconsejárselo, porque, francamente no puedo creer que tanto derroche de prudencia haya tenido su origen en un criterio tan escaso como el suyo. Si así fue, no tendré problema en tragarme mis palabras, mientras tanto, sólo puedo basarme en suposiciones derivadas del más puro sentido común.
Ahora sí les digo por qué "UN MUNDO RARO" se llama esta entrada. Hoy leí la noticia de un ruso que colgó los cacles después de doce horas ininterrumpidas de sexo con dos damas amigas. Más de alguno ya está pensando "MURIÓ DE PLACER". Honestamente yo no creo que una muerte causada por un paro cardiaco debido a la vasta ingestión de esas pastillitas azules ("Viagra", creo que les llaman) le haya causado placer. Lo que con su efecto consiguió, no lo dudo, pero eso no fue lo que lo mató, después de todo. Esta tragedia se desencadenó después de que las aludidas "amigas" del ahora finado galán apostaron con él algo así como $ 5,000 usd a que no lo lograba. Sí lo logró, pero minutos después murió.
Continúo. Hace poco más de una semana leí, también, que un bar tender alemán (cantinero, pa' acabar pronto) retó a un parroquiano a una especie de prueba de aguante. El material para dicha prueba sería nada más y nada menos que nuestro orgullo nacional, el tequila. Después de la ingesta de 45, sí, CUARENTA Y CINCO, caballitos de tequila aquel compa precedió al ruso del párrafo anterior en el más allá (utilizo este choteado término para no decir "cielo" o "infierno", porque no me consta a dónde se haya ido, la misericordia de Dios es infinita, al igual que su justicia) debido, también, a un paro cardiaco provocado por la evidente congestión alcohólica que aquello le produjo. Pobre amigo. Y si al desgraciado del cantinero se le ocurrió darle puro "Cuervo Especial", que es, para tristeza nuestra, el tequila más reconocido y, por lo tanto, bebido en el extranjero, pues todavía peor, si no yo creo que hubiera aguantado por lo menos otros diez más (no tengo abuela, cómo me burlo de eso, pero en fin).
Así las cosas. El mundo es raro. Lo hemos hecho raro los hombres. No tengo nada más que escribir, por hoy.