sábado, 25 de abril de 2009

AHI DISCULPEN, ES QUE SOY HUMANO

Ante la polémica que ha desatado el que Fernando Lugo, Presidente de Paraguay y ex-sacerdote católico, haya sido reclamado por varias mujeres como padre de sus hijos el muy cínico sólo responde con un "perdónenme, soy un ser humano". Lo que quiere decir que ahora el mayor problema a que se puede enfrentar un ser humano es precisamente ese, el de SER HUMANO. En nuestros tiempos, la excusa de moda para los malos pasos, las transas, los vicios y las conductas inapropiadas es esa, decir "es que soy humano". Jesucristo decía "el que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra". Yo no lo estoy, Maestro, y te pido perdón porque sí la estoy arrojando. Critico severamente a este degenerado, primero, porque se fue de cura, y para mi, la investidura sacerdotal representa la más alta dignidad que una persona pueda llegar a alcanzar, y este desgraciado la salpicó de porquería "por ser humano". Segundo, ¿qué se puede esperar de él como mandatario? Si el que maneja el timón es un "ser humano" de este tipo, sería interesante preguntarnos con qué tinta va a imprimir en las páginas de su mandato. Yo creo que sus más allegadas colaboradoras se han de poner a temblar cuando les dicen "ahi le manda hablar el presidente"; y es que la agravante del caso es esa, que no fue una canita al aire, sino que todo parece indicar que este amigo se aventó con una larga cabellera blanca a disparar sus "balas perdidas" y ahi están las consecuencias. A mi me resulta indignante y hasta repugnante que venga luego a decir "no sean gachos, no me juzguen soy un ser humano". Señor lugo, no friegue. No rebaje a ese nivel la dignidad de lo que es ser, auténticamente, humano. Ahi está el contraste con gente como Santa Teresa de Calcuta o Juan Pablo II que también eran seres humanos, por favor no ponga como excusa el ingrediente que precisamente hizo de ellos grandes figuras: SER HUMANO.

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